La intrahistoria de mi vida monástica

Aprovecharé este post para contextualizaros un poco más detalladamente lo que ha sido mi vida en estas últimas semanas. Desde que llegué a Pa’Auk Taw Ya he seguido los siguientes preceptos. Estar atento al correcto cumplimiento de cada uno de ellos te permite estar concentrado más tiempo en tu día a día y, así, incrementar tu rendimiento en la meditación:

1. No matar (aquí se incliuye cualquier ser vivo: mosquitos, hormigas…). Si pasa por accidente, no hay problema, pero debemos estar atentos constantemente
2. No robar ( no coger cosas de otros sin su permiso explícito)
3. No mentir
4. No cometer actos sexuales
5. No tomar intoxicantes (alcohol, tabaco, drogas)
6. No usar perfumes, colonias o derivados, ni lucir decoraciones corporales (aunque me dijeron que podría seguir llevando mi pendiente)
7. No dormir en una cama lujosa
8. No está permitido el entretenimiento relacionado con música o vídeos, entre otros

En términos de calidad de vida, este monasterio es todo un lujo. Cuenta con unas instalaciones y equipamientos inmejorables para la meditación, está «dentro» de la naturaleza, la comida vegetariana es muy variada y los monjes adoran ver a occidentales, así que no paran de sonreírnos y ofrecernos su ayuda cuando nos ven pasar.

Existe una doble clasificación en cuanto a las personas que viven aquí, los monjes o Bikkhus y los novicios o Samaneras. La diferencia entre ellos es el número de reglas que deben respetar. El primer grupo está regido por 227 y el segundo por 75. La más destacada, para mí, es la que impide a ambos manejar dinero.

Aquí aparece la figura del Kappyia, que es la persona que gestiona las compras externas de cada monje. Actualmente hago de Kappyia de Hugo y dos monjes de los que me he hecho amigo (Vipassi, mexicano, y Puniananda, alemán). Matt es el Kappyia de Cris y Markus, aunque también le echo un cable a veces. Nota: ¡con México sumo 27 nacionalidades!

¿Os podéis imaginar la vida sin el dinero? Es difícil, por no decir casi imposible, de concebir en occidente. Aquí es distinto. Tus necesidades están totalmente cubiertas en el monasterio y, si necesitas algo, tan sólo tienes que pedir ayuda. No es tan dramático, ¿verdad?

Como habréis podido intuir, Cris Markus y Hugo se han ordenado monjes novicios. Sus nombres budistas, en lenguaje Pali, son Gunananda, Mokhita y Uttinna, respectivamente. La intención de los dos últimos es quedarse aquí de por vida, y Cris será monje tan sólo unos meses. Las apuestas indican que el siguiente del Meditation Team en ordenarse Samanera temporalmente seré yo. ¿Qué os parecería verme con la cabeza afeitada y vestido con una túnica?

Por último, me gustaría deciros que me he liberado de tres cargas más: las llaves, la cartera y el móvil. No llevo nada en los bolsillos desde que me mudé al kuti (cabaña de madera) el pasado 6 de abril. El peso físico no es nada, pero ¿cuánto tiempo hace que miráis bolsillos, mochila o bolso antes de salir de casa? Ese peso sí es significativo.

Por cierto, he decidido alargar mi visado de meditación 6 meses. Ya os contaré si decido moverme de nuevo o mi viaje acaba aquí.

Un comentario

  1. Jordi Batlle

    Ei tio! Vigila amb el fas! a veure si viuràs allà de per vida!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *