Hubo un comentario durante la conversación que tuve con el Sayasaw (abad) del monasterio de Kalaw, que me llamó mucho la atención.
Estaba comentando los distintos tipos de meditación que existen y utilizó un ejemplo muy gráfico para que yo pudiera entender de una forma más profunda, cómo observar la ley de la impermanencia durante mis sentadas.
«Imaginemos a una persona inhalando una calada de un cigarrillo. El humo entra, y sale en la siguiente exhalación. Al cabo de unos segundos, repite la operación.
Aunque el movimiento parezca siempre el mismo, la realidad es que el humo de la primera calada ya no volverá. Jamás habrá dos idénticas…»
Este ejemplo busca explicar el modo de llegar a realizar la naturaleza de todas las cosas: nacimiento, existencia y cese.
Percibir este fenómeno en la quietud mental que se experimenta meditando, nos llevará a ampliar nuestra propia auto-comprensión.