Este post vuelve a ser un poco distinto a lo que os tengo acostumbrados/as. Pasado mañana viajamos a Bago (Myanmar) para realizar el curso de meditación del que ya os hablé. Tengo varias vivencias de diversos días que me apetece compartir y os las presentaré a continuación junto con algunas imágenes.
En mi último post olvidé contaros una enorme, o mejor dicho, infinita coincidencia. Resulta que mi sexto día en el templo Pa Tam Wua, era el Buddha Day, ¡la fecha más señalada en el calendario budista! Lo he calculado y tenía un 2,192% de probabilidades de estar en el templo para la celebración. ¿Casualidad o causalidad? Da que pensar, por lo menos. Jamás había oído hablar de él (para más detalles, pinchad aquí), pero es tan relevante que cerca de 200 personas tailandesas acudieron al templo para celebrar la iluminación de Buddha, la noche del 25 de febrero, y se unieron a nosotros. El programa nocturno varió sensiblemente ya que realizamos una breve ‘walking meditation’ alrededor de la sala central.
Todos llevábamos un ramillete de flores, incienso y una vela. Liderados por los 6 monjes y acompañados del silencio más profundo, dimos tres vueltas a la sala. Fue una gran experiencia, ya que en este tipo tipo de ejercicios sueles centrar toda tu atención en la planta de los pies. La idea es calmar la mente, dejar pasar las ideas y pensamientos que te surgen y focalizarte en el tacto de las superficies que vas pisando. En este caso, me centré total y absolutamente en mantener la vela encendida. Difícil tarea ya que la sala en la que estábamos está totalmente abierta al exterior. Lo logré. Conseguí dejar de pensar durante ese ejercicio y gocé de una posterior profunda ‘sitting meditation’.
Un par de días después Cris y yo nos animamos unirnos al trío que iba a realizar el curso en Myanmar (Markus, Matt y Robert), así que decidimos ir a Mae Hong Son a rellenar el formulario de inscripción. Abandonamos el templo con nuestras ropas blancas ya que nos dijeron que facilitaría el autostop. Así fue. Recorrimos el primer tramo en la caja de un pick-up, el segundo en un Tuk Tuk y el tercero en un autobús. Este último es el que da nombre al post (sacado de la película ‘Into the wild‘). Se trataba de un autobús de una academia militar al que nos montamos sin que éste detuviera su marcha. Fuimos recibidos con sonrisas, y algunas pocas palabras en inglés, por parte de todos los jóvenes de 21 y 22 años, y sus comandantes. Al sentarnos, ¡tuvimos que apartar las metralletas y las granadas del suelo con los pies!
En las fotos anteriores aparece Cris. Robert es el fotógrafo. Lo conoceréis en la segunda parte de The Magic Bus. Nos dimos cuenta del detalle de los dos corazones del pick-up de vuelta al templo, así que frenad vuestros impulsos, no hay ningún mensaje escondido detrás ;). Antes de llegar a Mae Hong Son, realizamos una parada técnica en un templo a las afueras de la ciudad y nos sacamos fotos con los chicos. Parecíamos estrellas de Rock. Todos querían una. No sacamos ninguna con mi móvil así que no tengo imágenes del momento, lo siento.
En el mismo instante en el que rellenamos el formulario de inscripción, compramos el billete de avión. No sabíamos si íbamos a ser aceptados. Pese a ello, seguimos adelante. Lo cierto es que decidir realizar el curso y nuestra incorporación al grupo fue tan sumamente sencillo y natural que no nos paramos a contemplar un escenario en el que recibiésemos una respuesta negativa. No nos equivocamos. Nos vamos mañana. La fecha prevista de regreso es el martes 26, pero podría cambiar.
Cris, Robert y yo abandonamos Pa Tam Wua el día siguiente. Quedamos con Markus y Matt en Bangkok el domingo para cerrar el tema del visado de meditación en la embajada de Myanmar. Tardamos ocho horas en recorrer los 230km de curvas que nos separaban de Chiang Mai en un autobús local bastante escacharrado. No me cabían las piernas, y el adolescente que se me sentó al lado se quedó frito en mi hombro. Sin aire acondicionado, qué calor pasé… Pero no me quejo, pagamos 3,75€ y ¡por lo menos el chico no babeaba! .
Perdonad, pero me tengo que ir. Sigo luego.
La propera foto amb tunica taronja i el cap rapat!!!
Estic veient els teus posts i m’entren unes ganes de venir k fliiipes!
Tu meditant a l’asia, jo a barcelona. Les distancies espirituals no són tant llargues!
No et dic que et cuidis perquè veig que ja ho fas, així que, molta sort!