The Magic Bus (Segunda parte)

Pasamos 3 días en Chiang Mai acompañados de Melanie, una chica suiza que conocimos en el templo. Allí probé los ‘thai massages’ para recuperar la sobrecarga en espalda y rodillas causada por la postura de meditación, me dí un baño diario en la piscina de la guest house y diseñamos la hoja de ruta a seguir para cerrar el tema del visado a Myanmar. Como curiosidad repugnante, deciros que la última noche pude observar de cerca como una rata sarnosa salía de un cubo de basura de la barra de la recepción de la guest house. Debo confesar que al llegar a la habitación miré debajo de la cama.

La siguiente parada fue en Ayutthaya, a dos horas de Bankok. Fue un viaje de 14 horas en tren, en el que me dediqué por completo al macramé. Cris me enseñó a hacer pulseras y acabé con la primera escasos minutos antes de llegar. De nuevo, el timing fue perfecto. Pasamos 24 horas en la ciudad y aprovechamos para salir a visitar las ruinas del templo Maha That. A continuación os presento una serie de imágenes. La primera de ellas fue tomada a la salida del tren, en un barco que utilizamos para cruzar el río que rodea la ciudad.

En la guest house donde dormimos, volví a tener un encuentro considerablemente desagradable. Me fui a la cama antes que Cris, mi compañero de habitación. Allí ocurrió todo. Estaba en la primera fase del sueño y entonces lo noté. Un hormigueo desconocido en mi pie izquierdo. ¡Una cucaracha tratando de escalar por mi cuerpo! Ahogué un grito e intenté no focalizar mi atención en la sensación de asco que recorrió mi espina dorsal. Me costó volver a dormirme. Otro nuevo ejercicio puesto delante de mí para practicar mi presencia observando las emociones y dejándolas pasar sin quedarme atascado en ellas.

El último relato de mi historia sucede en Bangkok. El ‘meditation team’, como nos gusta autodenominarnos, se reúne. Cinco viajeros solitarios. Cinco países de proveniencia distintos. Cinco culturas. Cinco historias. Nos encontramos en este momento de nuestras vidas para compartir conversaciones genuinas (término tomado prestado de Txiqui) y para aprender a meditar. Con ellos he vivido momentos inolvidables e irrepetibles. He aprendido cuán efervescentes son dichas vivencias, es decir, ¿cuántas probabilidades hay de que nos volvamos a reunir los cinco? Cuando me despida de ellos, les daré un abrazo infinito y me dirigiré hacia mi siguiente momento vital. Sin mirar atrás. Sin tristeza. Sabiendo que seguiremos estando cerca de algún modo.

Es tal la conexión que tenemos, que el otro día Markus propuso que viéramos una película en el Netbook de Matt. Éste dijo, que tenía unas veinte o treinta. El primer título que dijo (Into the wild), ¡fue aclamado por todos! La vimos en la pequeña pantalla, sentados muy apretados en mi cama, compartiendo un vaso de té de jengibre y otro de leche de soja con unos tropezones desconocidos. Fue un momento de hermandad máxima. Solo puedo añadir una cosa: thank you guys!

Y ante esta situación surge un nuevo ejercicio para mantenerme presente y consciente: frenar la euforia. Observar la emoción, gozar de ella y dejarla pasar sin juzgarla. No sólo debemos observar las emociones negativas, también las positivas. Al hacerlo, tomamos conciencia de ellas y nos liberamos de infinidad de pensamientos que distraen nuestro ser. Evitamos crear expectativas. También apegos. Estamos más libres para dar el paso al siguiente momento y prestarle toda nuestra atención.

No tengo una foto del grupo todavía, pero os puedo presentar a Robert:

7 comentarios

  1. Jordi Garcia

    Ok, m’havia perdut els 3 últims però ja m’he posat al dia. Quan ens veiem m’has de fer una classe de meditació que segur que m’ajuda amb la ansietat 😀

    M’encanta poder viure a traves de tu aquest viatge que jo mai m’atreviria a fer.

    Ah, i per no fer-ho tot tan trascendent et demano que intentis incorporar fèmines al teu grup, que segur que milloren les històries!!! jejejeje

    Per acabar, dir-te que ja hem llançat el joc, pots fer una ullada al percal a http://www.bittales.com

    Una abraçada!

  2. Es admirable com m’ estic enganxant a les teves experiencies MArc, ho descrius perfectament i se que aquest viatge es quelcom mes important que compartir amb nosaltres, intentar trobarte a tu mateix no es , ni sera, facil, pero et servira per analitzar un munt de coses que nomes tu sabras, nomes tu podras treure les conclusions del que realment necesites; no se si trobaras el sentit de la vida, pero sens dubte et donara pistes del que pots fer amb la teva. Anims crack.

  3. Je me demande, qui, parmi ceux qui te lisons et t’aimons, serait prêt à entreprendre une telle aventure. Il faut posséder ce courage et ce brin de «folie» dont tu fais preuve …. mais surtout ce don de soi envers les autres.
    As-tu pris le sac de couchage que je t’avais préparé et qui te mettrait, la nuit, à l’abri des horribles bestioles?

  4. no quiero meterme donde no me llaman, pero creo que Melanie es un tío (sí miras atentamente la foto te darás cuenta)
    Besos

  5. Vaya viaje Marki!!! Ça m’a tout l’air d être une sacrée expérience humaine. Que tout ce que tu es venu chercher (ou pas) te sois profitable.

    J’adore ton nouveau costume ça ferait un malheur ici 😉

    Bisouilles

  6. Quel bohémien….toi et ton copain!!!
    Reviens vite, tu nous manques!!
    Gros bisous

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